Hay cosas que no se llevan en las medias en la gorra o en la billera, no se pegan con engrudo ni con pegamento del diablo, no se aprenden en el kinder, en el mejor de los colegios, ni en la universidad, ni cursos de postgrado, maestrias, doctorados o canciones de joaquin sabina.
Hay caracteristicas propias, inherentes a nuestra naturaleza, a nuestro accionar, a nuestro ir y venir, en noches y calles, en mañanas frias, en tardes tranquilas jugando al gato o al raton, jugando con botellas de plastico tratando de construir la muralla china.
Hay detalles que aparecen en la familia, en tus distritos, con los amigos, en tu cuadra, en tu esquina, en tu quinta, en la tienda del chino, el parque de los sustancias alienigenas que dibujaron las lineas de nazca.
Hay experiencias que por mas que se cuenten nunca seran transmitidas, quedan entre los dedos manchados, las sonrisas, abrazos, recuerdos, lagrimas o momentos que simplemente lo son todo.
He pasado mucho tiempo escribiendo, hablando hablando y hablando, cantando tal vez y demas cosas (entre otras) y no tengo nada mas que agradecer a cada una de las personas que grafican mi historia, que bendicen y santifican mis fiestas, asi como tambien las que me lastiman al borde de hacerme llorar pero al final un abrazo y unas simples palabras lo son todo.
Nunca me canso ni me cansare de meter a mi complice llamado Barranco, cada calle, cada instante, incluso hasta sus partes limitrofes, desde aquella caminata tan triste en la Maison de Sante ( o como se escriba) para apoyar a un compañero en la muerte de su padre, hasta aquel lugar cercano al mercado de flores donde perdi mis dos celulares, la pase tan bien, pero hubieron cosas que estuvieron mal.
Este es el inicio de una pequeña biografia, tan personal que se que nadie la leera
en resumen cada vez me siento mas cerca de algo