de lejos se podía oler su fragancia
se esperaban con ansias, ese día
entre el juego y preguntas de rigor
un buenas noches abrazaba esa recámara
un beso infinito, que despierta al mas debil
y apaga al mas fuerte
era mas grande que sus ganas
que sus miedos, y sus fantasmas
cuando cruzó en la avenida
llevaba entre sus manos
dos grandes recuerdos
uno de su color favorito
el otro, ese raro papel
donde duermen lo psicotrópicos
Se le escucho moverse
esa felicidad esa desbordante
inyectó esa dosis y calma
¨era una terapia de relajación¨
¨una invitación a la paz¨
su voz se hacia ligera
y se contorneaba encima de una mesa
todos los vieron saltar
hasta llegar a un escondite
todo se hizo envolvente
de una lata salieron amuletos
de una cajita salió una luz
se desprendió con fuerza esas ganas
la sensación fue eterna
eran efedrina con sabor
una mezcla incandescente
una sensación, a voces y a gritos
Cambiaron de locación
esta vez entraron a otro universo
se despojaron de la vision
todo se daba a base de intuición
las horas pasaron
bailaron sobre la pista
se entregaron hacia lo inexplicable
no había razón ni sentido
todo era parte de ese algo infinito
todo era mágico, y como una vela gastada
se apagó
Esos instantes fueron intensos
se confundieron los días
la dosis fue cuadriplicada
solo ese néctar corría por sus venas
ansiosos de mas, sin poder dormir
y solo esperar, la primera luz del sol
grande fue su sorpresa
al rozar su cuerpos y sus labios
dueños de nada, libres todo
escaparon de la carcel del miedo
eran uno, a pesar de ser dos
pero al despertar, no existia ese universo
al parecer la llave se perdio
por segundos, ese gran recuerdo
canta y merodea por su mente
entre los impulsos tratando de saber
que es ser o estar feliz
y sentir la soñada libertad
y lo que los hace estar bien
esas almas esperan por separadas
dos desconocidos casi del mismo distrito
se esconden entre palabras obtusas
y no encuentran alguna razón
ellos fueron libres esa noche
esos meses, ese año
ellos se contaron la verdad a escondidas
se amaron por unas horas
y terminaron al amanecer
sin poder hablar, sin poder recordar
todo ese juego